Resumen
Si quieres lucir radiante tienes que prevenir la piel deshidratada. No se trata solo de limpieza, sino de hacer todo lo posible para evitar esa sequedad que afea la piel mostrándola poco saludable.
Seguramente tengas una rutina de belleza, pero en este post te hablamos sobre cómo evitar que tu piel se deshidrate. ¿Quieres saber de qué se trata? Pon en práctica los siguientes consejos y disfrutarás de sus beneficios durante mucho tiempo.
Importancia de prevenir la piel deshidratada
¿Por qué debes prevenir la piel deshidratada? Hablamos del órgano más grande del cuerpo cuya principal función es proteger tu cuerpo de agentes externos dañinos. Una piel reseca y débil no puede desempeñar esa labor eficientemente. Ahora veamos cómo reconocer una piel deshidratada:
- Carece de brillo y de vitalidad.
- Pierde su suavidad natural presentando descamación.
- Produce escosor y, en casos extremos, dolor.
- Tiende a agrietarse facilitando la aparición de arrugas.
- Pierde elasticidad produciendo sensación de tirantez.
Esto no ocurre solo a las pieles secas, si la tuya es normal o grasa también puede deshidratarse si se dan las condiciones para ello. ¿Cuáles son estas condiciones? Exposición a fuentes de calor (como el sol y duchas de agua caliente), envejecimiento, problemas cutáneos crónicos, limpieza inadecuada, alimentación e hidratación deficientes.
¿Qué hacer para evitar la deshidratación?
Para mantener un equilibrado nivel de hidratación debes poner en práctica algunas de esta acciones:
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Incluye productos hidratantes en tu cuidado diario
Antes de comprar una crema o loción revisa sus ingredientes para asegurarte de que te aportará la hidratación que necesitas. Complementa su acción con la aplicación de aceites esenciales que te aporten vitaminas A, B y E. Algunas pieles, como las grasas, responden mejor a la textura del serum; mientras que las secas necesitan cremas más densas.
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Evita la continua exposición al sol
Los rayos ultravioleta están entre los factores más perjudiciales para la piel. Exponerse a sus efectos sin protección puede provocar quemaduras, manchas, resecamiento y envejecimiento celular prematuro. Usa un protector solar con un factor de protección alto para actuar como barrera protectora.
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Mantén una rutina de exfoliación
La piel está siempre expuesta a agentes como polvo e impurezas que se van acumulando, impidiendo la adecuada respiración celular; por esta razón, la higiene es tan importante. Exfoliar tu piel con frecuencia la mantendrá libre de residuos.
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Lava tu piel correctamente
No se trata solo de lavarla; usa, preferiblemente, un jabón suave sin alcohol y no apliques mucha fricción que elimine la grasa natural. Evita también tónicos y lociones a base de alcohol o lavarse en exceso.
La alimentación, un factor decisivo
Para prevenir la piel deshidratada, no solo tendrás que cuidarla externamente, también deberás hacerlo desde dentro. Por ello, lo que comes y bebes es decisivo para tu salud cutánea. Así que:
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Toma agua en abundancia
Tomar suficiente agua, especialmente en el verano, te permitirá conservar el 20% de agua que la piel toma del cuerpo para mantenerse hidratada. Normalmente, es recomendable ingerir unos 2 litros de agua al día.
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Consume otras bebidas refrescantes
Los zumos de frutas son excelentes hidratantes. ¿Eres de los que no toman mucha agua? Prepara zumos de naranja, fresa, melocotón o melón para completar tu ingesta diaria de líquidos.
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Consume alimentos hidratantes
Prepara ensaladas frescas e incluye frutas ricas en vitaminas, fibra y antioxidantes en tu dieta diaria. Consume alimentos ricos en agua que te ayuden a reponer los minerales perdidos durante el día. Evita también el consumo de grasas saturadas, sustituyendolas por grasas insaturadas que favorecen la formación de colágeno.
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Evita el consumo de tabaco y alcohol
Las bebidas alcohólicas y el tabaco son sustancias especialmente dañinas, no solo para la piel, sino para todo el organismo. La nicotina, al reducir el flujo sanguíneo, produce la acumulación de sustancias tóxicas. El alcohol, por otro lado, disminuye el nivel de oxígeno en la sangre y la generación de colágeno.
La importancia del sueño reparador
Dedicar tiempo suficiente al sueño ayudará a que tus células pasen por un adecuado proceso reparador. La piel, como cualquier órgano, necesita de jornadas de descanso que le permitan recuperarse de la exigente rutina diaria.
La falta de sueño tiene consecuencias nefastas para la piel y sus efectos nocivos se reflejan especialmente en el rostro. Por ejemplo, la piel en torno a los ojos se embolsa y se agrieta cuando nos sometemos a largos períodos sin descanso.
¿Qué más puedes hacer para prevenir la deshidratación?
Otras medidas que puedes tomar para evitar la deshidratación y resequedad de tu piel a largo plazo, son las siguientes:
- Evita las situaciones estresantes y, si no puedes, busca momentos de relajación que te ayuden a reducir el estrés que maltrata tu piel.
- Equilibra tus actividades; por ejemplo, si tienes una larga jornada de ejercicios durante el día, ofrécele una noche de spa a tu piel para descansar.
- Si manipulas productos de limpieza como cloro, usa guantes para evitar que la piel de tus manos se reseque.
- Usa telas de fibras naturales que permitan a tu piel respirar, como el algodón. Algunos tejidos sintéticos producen picazón y no permiten la transpiración.
- Lava tu ropa con detergentes sin componentes alérgenos. Evita los que tienen colorantes y perfumes que te irritan la piel.
Y si tienes picazón por la resequedad, pasa una toalla limpia y húmeda por la zona irritada para aliviar el malestar.
Cuida tu piel y tu calidad de vida
Prevenir la piel deshidratada es cuidar la salud y mejorar la calidad de vida. Mantenerla hidratada, no sólo te hará sentir mejor sino que lucirás muy bien. Y, como puedes ver, no necesitas un gran gasto y esfuerzo para conseguirlo. Solo tienes que darle a tu piel la importancia que tiene para tu cuerpo y en tu vida. Cuídala y ella cuidará de tí.