Resumen
Entre los tipos de pieles existentes, las grasas y mixtas suelen generar más dudas y temores por sus características particulares. Sin embargo, solo se trata de aprender a crear una rutina de belleza con los productos adecuados para contribuir con su buen estado y no acentuar los aspectos menos favorecedores de este tipo de cutis.
Una rutina ajustada a las exigencias de la piel
La rutina de cuidado facial puede ser una tarea exigente al tener en consideración las características propias de la piel grasa y mixta.
Esta primera tiende a producir más sebo, lo que puede resultar en poros obstruidos, exceso de brillo y ser propenso a los brotes de acné. Por su parte, la piel mixta presenta áreas tanto grasas como secas, lo que requiere un enfoque equilibrado.
Una de las principales exigencias a cumplir en estas rutinas de belleza es la limpieza regular y adecuada. Por eso, lo primero es usar un limpiador suave y libre de aceite que ayude a eliminar las impurezas y el exceso de sebo, sin causar irritación u otros efectos negativos en las áreas secas de la piel.
Además, es importante exfoliar suavemente la piel de forma regular para desobstruir los poros y prevenir la acumulación de células muertas. El control del brillo también es esencial en la piel grasa y mixta.
Se pueden utilizar productos específicos, como tónicos y cremas matificantes. Verifica que sean no comedogénicos, es decir, que no obstruyan los poros, para prevenir la aparición de brotes de acné.
La hidratación adecuada es otra demanda de la piel grasa y mixta. Aunque pueda parecer contradictorio, incluso la piel grasa necesita hidratarse para conservar el equilibrio natural de humedad. Se recomienda utilizar una crema hidratante libre de aceite y no comedogénica para evitar la obstrucción de los poros, y aplicarla tanto en las áreas grasas como en las secas de la piel.
Cuida tu piel en 2 pasos
Una rutina de belleza nocturna que cumpla los dos pasos básicos de cuidado, limpieza e hidratación, es crucial para conservar una piel lo más sana y radiante posible. Por su parte, la limpieza adecuada ayuda a eliminar impurezas que se adquieren en el día, evitando la obstrucción de los poros y la formación de imperfecciones.
Por otro lado, el segundo paso busca mantener en equilibrio la hidratación del cutis para prevenir la sequedad, incluso en pieles grasas y mixtas. Así mismo, también puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro al mantener la piel suave y flexible.
Ser consistente con una rutina de cuidado facial nocturna permite favorecer la apariencia del cutis a largo plazo y mantenerla en óptimas condiciones de salud.
1. Limpieza
Este paso ayuda a eliminar la suciedad, el sudor y el exceso de sebo que pueden obstruir los poros en las pieles mixtas y grasas.
Para este tipo de cutis se debe usar productos con un pH respetuoso que limpien a fondo sin causar sequedad. Los limpiadores faciales espumosos suaves, como los de formato “mousse” o el agua micelar, son perfectos para estos tipos de piel.
Adicional a ello, se puede agregar a la rutina de belleza un tónico facial, ya que este ayuda a eliminar cualquier residuo de maquillaje y las impurezas del cutis. Incluso contribuye a erradicar las células muertas y el sebo que pueden obstruir los poros y causar puntos negros y acné. Otro aspecto a favor es que algunos tónicos presentan fórmulas para equilibrar el pH natural de la piel para que se mantenga sana.
Por otro lado, los tónicos también tienen propiedades hidratantes, lo que ayuda a mantener la piel equilibrada. Así mismo, este tipo de productos pueden ayudar a cerrar los poros y a generar una sensación de frescor que resulta agradable para los cutis grasos y mixtos.
2. Hidratación
Aunque es común pensar que este tipo de piel no necesita hidratación, al tener una producción de sebo superior, hay que recordar que si se hace de forma adecuada se contribuye a mantener la piel equilibrada y saludable.
Cuando se trata de hidratar la piel facial grasa y mixta se recomienda elegir productos no comedogénicos, es decir, que no obstruyan los poros.
Optar por una crema hidratante de textura ligera o en gel es una buena opción, ya que no dejará una sensación grasosa en la piel. Entre los ingredientes ideales están el ácido hialurónico y la niacinamida, debido a que contribuyen con la hidratación de la piel sin favorecer la producción de sebo.
Además de la crema hidratante, también se puede considerar el uso de productos con propiedades matificantes, como sueros o cremas con acabado mate, que pueden ayudar a controlar el brillo excesivo en la piel grasa y mixta.
Pasos adicionales para cuidar la piel mixta y grasa
Exfoliar la piel grasa y mixta es un paso importante en la rutina de cuidado facial. Sin embargo, debe realizarse con moderación, generalmente una o dos veces por semana, para evitar irritaciones o sobreexfoliación; después de este paso se debe realizar la hidratación adecuada.
La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel, destapar los poros obstruidos y reducir el exceso de sebo. Es importante elegir exfoliantes suaves y no abrasivos para evitar irritaciones o daños en la piel.
Los exfoliantes químicos, como los que contienen ácido salicílico, son una buena opción para la piel grasa y mixta. Ya que, pueden ayudar a regular la producción de sebo y mejorar la textura de la piel.
Otro paso adicional que la rutina de belleza nocturna también puede incluir es el uso de una mascarilla hidratante una o dos veces por semana. Las mascarillas con ingredientes hidratantes, por sus características, pueden proporcionar una hidratación adicional a la piel durante la noche.
De igual manera, se puede buscar productos creados específicamente para cuidar pieles mixtas y grasas. Debido a que corresponden con las necesidades particulares de estas y se suele indicar en el propio envase o empaquetado del artículo.
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