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Errores comunes en la doble limpieza facial que debes evitar

¿Qué es la doble limpieza?

La doble limpieza facial es una rutina de origen coreano que consiste en usar dos tipos de limpiadores: uno de base oleosa y otro de base acuosa. El objetivo es eliminar todas las impurezas que se acumulan en el rostro a lo largo del día, como la grasa, el maquillaje, la suciedad y las células muertas.

De esta forma, se consigue una piel más limpia, luminosa y preparada para recibir los tratamientos posteriores. Sin embargo, para que la doble limpieza facial sea efectiva y no dañe la piel, es importante evitar algunos errores comunes que la gente suele cometer al realizarla.

 

Evita los siguientes errores al hacer la doble limpieza facial

Cuando aplicas la técnica de doble limpieza facial es importante que se haga de manera correcta para que sea efectiva. Sin embargo, si no tienes cuidado podrías cometer algunos errores que quizás no hagan que no puedas beneficiarte al máximo de esta técnica. A continuación te presentaremos cuáles son los errores más comunes de la doble limpieza facial.

Hacer la limpieza muy rápido

La doble limpieza facial debe ser tu ritual de belleza diario, por lo que debes darte tu tiempo y no desesperarte por terminar muy a prisa. Claro, es probable que después de un largo estés cansada y quieras acostarte lo más rápido posible. Sin embargo, si lo haces muy a prisa perderás el tiempo que inviertas, por poco que sea.

Lo mejor es que trates de darle el tiempo a cada uno de los pasos que debes dar. De esta forma podrás ver mejores resultados.

Usar productos inadecuados para tu tipo de piel

No todos los productos de limpieza son iguales ni sirven para todas las pieles. Por eso, es importante elegir los que se adapten a tus necesidades, tu edad, tu clima y tu época del año. Por ejemplo, si tienes la piel seca o sensible, evita los productos que contengan alcohol o fragancias artificiales, y opta por los que sean suaves, hidratantes y calmantes.

Si tienes la piel grasa o con tendencia al acné, evita los productos que sean comedogénicos o que contengan aceites minerales, y opta por los que sean ligeros, purificantes y reguladores del sebo.

Aplicar los productos en el orden incorrecto

La doble limpieza facial tiene un orden establecido que hay que respetar para obtener los mejores resultados. Primero se aplica el producto de base oleosa sobre el rostro seco, masajeando con movimientos circulares y suaves para disolver la grasa y el maquillaje.

Luego se retira con un algodón o una toalla húmeda. Después se aplica el producto de base acuosa sobre el rostro húmedo, masajeando con movimientos circulares y suaves para eliminar las impurezas y las células muertas. Luego se aclara con abundante agua tibia.

Usar agua muy caliente

Al finalizar la doble limpieza facial debes aclarar el jabón que has usado con agua. En este caso lo mejor es usar agua que no esté muy caliente. El calor puede dañar los capilares de la piel y además quitar la capa de grasa propia del rostro. En estas circunstancias el rostro perdería su protección natural lo que podría ser contraproducente.

No eliminar bien el limpiador

Tan perjudicial como puede ser las impurezas para la piel lo es que no saques bien el limpiador que has usado. Es por ello que lo mejor es que uses abundante agua para limpiar el rostro. Esfuérzate por eliminar todos los rastros de jabón o del producto que hayas usado. Si este no se elimina bien podría causar irritación en los poros.

Frotar o tirar de la piel

La piel del rostro es delicada y sensible, por lo que hay que tratarla con cuidado y suavidad. Al hacer la doble limpieza facial, evita frotar o tirar de la piel con fuerza o brusquedad, ya que puedes irritarla, dañarla o provocar arrugas prematuras.

Usa las yemas de los dedos o un algodón suave para aplicar los productos, y hazlo con movimientos circulares y ascendentes para estimular la circulación y el tono muscular.

Hacer la doble limpieza solo por la noche

Mucha gente piensa que la doble limpieza facial solo es necesaria por la noche, cuando la piel está más sucia y cansada. Sin embargo, también es importante hacerla por la mañana, ya que durante la noche la piel suda, produce grasa y se renueva.

Además, al hacer la doble limpieza por la mañana se consigue eliminar los restos de los tratamientos nocturnos y preparar la piel para recibir los tratamientos diurnos y el maquillaje.

Olvidarse del cuello y del escote

Son las dos zonas más olvidadas de la rutina facial, lo que provoca que puedan envejecer antes que el rostro. Por eso, es importante incluirlas en la doble limpieza facial, aplicando los mismos productos y siguiendo los mismos pasos que en el rostro.

Si estas zonas no se incluyen en la rutina de limpieza facial podría verse más envejecida que el resto de la zona y por ende no lucir también cuando uses escote.

No seguir los pasos de manera correcta

Es importante que recuerdes que la doble limpieza facial implica dos pasos bien diferenciados y en cada uno debes aplicar la técnica adecuada. Es importante que primero se haga la limpieza con el producto de base oleosa y que luego se use el producto de base acuosa, de lo contrario la piel quedará con muchos restos de grasas.

Como ves, la doble limpieza facial es una rutina sencilla pero muy beneficiosa para tu piel, siempre y cuando evites estos errores comunes. Esta rutina no solo ayuda a mantener la piel más limpia, también permite que se sienta más sana. Además cuando remueves de manera apropiada el maquillaje puede evitar que la piel envejezca mucho más rápido.

Recuerda que una piel limpia es lo mejor para que puedas tener una buena imagen. Así eliminas los granos y las espinillas. Una doble limpieza facial permite que la piel esté más humectada y que también puedas lucir mucho mejor. Así que dedica el tiempo suficiente a realizar cada paso de la doble limpieza facial. 

 

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