Muchas veces nos preguntamos por qué tenemos la piel seca, aun usando una buena crema hidratante, o cómo cuidar la piel grasa. El cutis debe cuidarse de manera acurada y delicada. Por ello, las mascarillas faciales ofrecen muchos beneficios en tan solo unos minutos desde su primera aplicación, permitiendo hidratar, purificar e iluminar la zona. No importa el tipo de piel que tengas, si es sensible, seca, deshidratada o mixta-grasa. Hay distintos tipos de mascarillas adecuadas para lo que necesites.

Uso de la mascarilla facial

Las mascarillas faciales son un producto cosmético que se usa puntualmente para perfeccionar tu rutina facial de manera fácil. Es importante acertar con la mascarilla adecuada para tu piel, ya que hay muchos tipos y cada una de ellas son efectivas de una forma distinta a las demás. De esta manera se contienen los activos necesarios que te ayudarán a mejorar tu piel.

Beneficios de las mascarillas faciales

Utilizar una mascarilla facial ofrece muchas ventajas a la salud de nuestro rostro. En definitiva, ¡es tener todo lo que una necesita!

Su función es limpiar profundamente nuestra piel y eliminar las impurezas que tengamos. Además de eso, también exfolian y eliminan las células muertas. Es por este motivo que se recomienda especialmente para aquellas pieles más grasas.

Tratar con una mascarilla facial significa hidratar tu rostro desde la primera aplicación, ya que es una de las mejores maneras de humedecer y nutrir las capas de piel más profundas. No solo esto, sino que también aportan luminosidad y purifican la capa más externa de tu rostro. Por ello, llenan de energía nuestra piel y aportan oxígeno a nuestro rostro.

Qué tipo de mascarilla facial usar

Los beneficios de cada piel van determinados por los ingredientes que trae la mascarilla que se quiere usar. Hay que tener muy claro qué mascarilla hay que utilizar dependiendo de las características de tu cutícula. Por ello, te contamos lo que necesitas saber sobre las mascarillas más usadas, aunque existen más tipos:

Mascarilla de arcilla

Como indica su nombre, se compone básicamente de arcilla. Aunque las más empleadas son aquellas arcillas rojas y blancas (el caolín), existen una gran variedad de tipos distintos. Estas arcillas comentadas anteriormente se deben mezclar con agua para poder ser aplicadas en la zona. Aun así, también tienes la opción de comprar la mezcla ya preparada. Por lo general, su tiempo de aplicación es de entre 15 y 20 minutos. No está hecha de arcilla solamente, también cuenta con unas sales que permiten estimular la circulación sanguínea, cosa que es útil para tener un mayor aporte de nutrientes. Estamos hablando de elementos minerales que eliminan las impurezas y los excesos de grasa, lo cual consiguen un excelente resultado para aquellas pieles predispuestas al exceso de sebo. Por ello, la mascarilla produce un efecto exfoliante, absorbe la grasa de la piel, aporta minerales que revitalizan la piel y la limpian de impurezas y toxinas.

Mascarilla velo

Son las más utilizadas debido a sus ventajas y los resultados que ofrecen. Se trata de una máscara de celulosa bañada por una loción que contiene principios activos que actúan positivamente sobre tu piel. La máscara se retira fácilmente pasados los 15-20 minutos y la loción que pueda quedar se esparce como si fuese una crema, ya que será absorbida por la piel. Contiene muchos componentes en los que destaca el ácido hialurónico, el colágeno, minerales y vitaminas, entre otros. La mascarilla velo minimiza tus arrugas, ilumina el rostro, hidrata la piel, incorpora nutrientes y elimina impurezas.

Mascarilla exfoliante

Tal como indica su nombre, está ideada para exfoliar tu piel y elimina las impurezas y los restos de piel muerta. Se aplica realizando movimientos circulares para activar la circulación de tu piel. En general, el tiempo de aplicación suele ser menor que en las otras mascarillas, ya que en cuanto se ha terminado el masaje, se puede retirar. Además, previene la aparición de manchas en la piel, muchas de ellas producidos a raíz de los granos.

Mascarilla burbuja

Es una de las más nuevas en el mercado y ofrece resultados muy interesantes. Su aspecto es muy curioso, ya que al aplicarlo a la zona se transforma en una nube que forma minúsculas burbujas. Esta reacción es debida al carbonatado que contienen, lo cual consigue este efecto cuando la crema contacta con el aire del exterior. Esta mascarilla permite que la piel se estimule y aporta nutrientes, a la vez que también limpia. Su gran ventaja es que, al no endurecerse, se retira de manera muy cómoda y agradable. Su tiempo de aplicación lo determina la propia mascarilla, ya que cuando se nota que ya no burbujea, significa que ya ha hecho su trabajo. Eso es todo lo que necesitas saber sobre la magia de las mascarillas faciales. Nuestro objetivo es facilitar tu cuidado facial, por lo que también te recomendamos el producto ideal para cerrar los poros después de una buena ducha, nuestro Pore Scrub Cloud. Te sugerimos que lo apliques un mínimo de una o dos veces cada semana sobre la piel limpia y seca. Aquí tienes la mejor combinación que podrías encontrar, ¿a qué esperas para conocer este mundo?